Aunque para muchos suele ser un capricho de la futura madre, los antojos son parte del proceso del embarazo y se producen por los cambios metabólicos y hormonales que la futura mamá experimenta.
Así que, sí tienes ganas repentinas de comer algo especial en el momento menos esperado, no te sientas mal y no dudes en satisfacer tus antojos.
También vas a llegar a experimentar cambios en tus gustos por la comida que se relacionan con variaciones de la sensibilidad gustativa, hasta el punto en que podrás encontrar desagradable el sabor u olor de algunos alimentos que solías comer antes del embarazo.