Durante el embarazo debes evitar o tomar con mucha precaución los baños en sauna o jacuzzi, ya que este tipo de actividades pueden ser peligrosas para el bebé que llevas en el vientre.
Principalmente en el primer trimestre:
- El calor provoca baja en la presión arterial de la embarazada haciendo que el bebé reciba menos oxígeno y nutrición; y además genera mareos y desvanecimientos en la madre.
- Transpiración excesiva que pueden causar deshidratación y pérdida de electrolitos, que son unas sales que intervienen en procesos bioquímicos y fisiológicos del ser humano.
- Riesgo de aborto espontáneo.
Por eso evita que la temperatura corporal sobrepase los 38,3°C (101°F) por más de 10 minutos. Puedes tomar un baño moderadamente caliente para relajarte por un máximo de 10 minutos.