Durante el embarazo es necesario cambiar ciertos hábitos en nuestra rutina diaria. Si eres fanática de los tratamientos termales deberías saber lo siguiente:
Los baños de burbujas, hidromasajes, duchas y otras técnicas hidroterápicas aumentan el riesgo de contracciones.
La fangoterapia es sugerida solo hasta los 38ºC de temperatura para evitar dañar al bebé.
El uso de piedras calientes y masajes con aplicación de calor podría ser perjudicial en tu estado.
Los baños en piscina en el último periodo de embarazo podría causar infecciones vaginales.