Sí quieres prevenir algunas complicaciones provocadas por los cambios hormonales originados propios de la gestación, tienes que recibir un control odontológico adecuado.
Recuerda...
- Con una dieta balanceada y una correcta higiene dental, se evita que se cumpla el antiguo proverbio "con cada embarazo se pierde un diente".
- Durante los primeros meses, el cepillado dental puede aumentar las molestias digestivas como las náuseas o vómitos, lo que lleva que descuides la higiene dental y pueda aparecer gingivitis (inflamación de las encías), que se manifiesta con sangrado de encías y sensibilidad al calor o al frío.
- Estas molestias se pueden controlar mediante un cepillado adecuado, que también previene la placa bacteriana, origen de las caries tan molestas.
- No dejes de usar hilo dental para eliminar los restos de comida que hayan quedado entre los dientes, inaccesibles para el cepillo.