Los cambios hormonales que se producen durante el embarazo pueden causarte granos o espinillas en tu rostro, por lo que, si quieres lucir un rostro radiante tienes que tener un cuidado especial.
Sigue nuestros consejos:
- Lava tu rostro dos o tres veces al día con un agente depurativo suave y libre de aceite.
- Evita el uso de aceite y jabones irritantes; y asegúrate de no limpiar excesivamente tu piel, ya que podrías quitarte todo el aceite que produces, provocando que tus poros produzcan incluso mayores cantidades de aceite.
- Después de limpiar tu piel enjuaga tu rostro delicadamente con agua tibia y, luego seca tu piel con un paño suave.
- Luego humecta tu piel con algún humectante que no contenga aceite.
- Bebe grandes cantidades de agua para ayudar a mantener tu piel y tu cuerpo hidratados y humectados.
- Evita tocarte y pellizcarte tus granos ya que esto podría dejar como resultado cicatrices provocadas por el acné.
Es importante que consultes con tu médico de cabecera antes de usar productos para el acné. Normalmente la piel regresa a su estado inicial en uno o dos meses después del parto.
