Los fulares son cómodos y prácticos para llevar a nuestros bebés desde su nacimiento hasta los 3 años de edad.
Para el bebé, la sensación de estar en contacto con su madre le otorga tranquilidad y seguridad, mientras que en el caso de la mamá, su cercanía con el recién nacido la ayuda a estrechar el vínculo afectivo madre-hijo.
Este complemento que nos hace recordar a las madres africanas se puede llevar en la espalda, a un costado o al pecho. En la etapa del post parto, la mami o el papi mejoran su postura y disminuyen los dolores de espalda cuando el fular es colocado de manera adecuada.
Sin embargo, en caso tengas un segundo bebé y te quedes embarazada muy pronto, te recomendamos utilizarlo solo de ser necesario por periodos breves, el peso del pequeño puede afectar tu columna y ser perjudicial para la circulación sanguínea.